Pro fin se dio el reencuentro de Rels B con Monterrey. El Flaco desató una avalancha de emociones en Monterrey al presentarse en la primera de sus dos fechas en la Arena Monterrey, como parte de su gira internacional A New Star Tour.
Con el recinto abarrotado y un público que no dejó de corear desde el primer tema, el artista mallorquín —conocido también como Skinny Flakk— confirmó por qué se ha convertido en uno de los favoritos del público mexicano.

El concierto, que se extendió por casi dos horas, fue un repaso vibrante de su trayectoria musical. Éxitos como “La última canción”, “A Mí”, “Un desperdicio” y “La vida sin ti” se transformaron en himnos compartidos entre el intérprete y miles de voces regias que acompañaron cada verso.
Uno de los momentos más emotivos llegó cuando el cantante tomó la bandera de México y la llevó consigo durante gran parte de su presentación, gesto que provocó gritos, lágrimas y un estallido de aplausos en la Arena.
La producción estuvo a la altura de la expectativa: luces, fuego, pirotecnia y una pasarela central que acercaba al artista a sus seguidores hicieron que la experiencia fuera tan visual como musical.
El público también se encargó de aportar su propia energía con el tradicional cántico “Oh eh, oh eh…”, que retumbó en todo el recinto y obligó al cantante a detenerse un momento para agradecer: “Este público es demasiado bueno, creo yo”, comentó entre risas.
La velada incluyó colaboraciones con músicos, coristas y bailarines, en un vaivén de momentos románticos y festivos. En uno de los pasajes más divertidos, Rels B subió a la tornamesa para animar al público, mientras globos gigantes rebotaban entre los asistentes, convirtiendo la Arena en una auténtica fiesta.
Al final de la noche, el más sorprendido parecía ser el propio artista, quien confesó que estaba disfrutando el concierto como nunca antes y dejó en suspenso lo que ocurrirá en su segunda presentación del domingo.



